El pánico escénico

Te voy a hacer una confesión.

Cuando empecé con la pintura ya en serio, me pasó una cosa, no se si a ti te ha pasado alguna vez.

Cuando alguien me encargaba una pintura en cualquier soporte (sudadera, bolsa, cuadro o lo que sea) y la terminaba, lo que más miedo me daba era enviarla y que me dijera que no le gustaba o que había algo que no estaba bien o que no parecía su perro…

He leído sobre este miedo y le pasa a mucha gente. 

Es una mezcla de lo que yo llamo miedo a “creer en ti” con el “síndrome del impostor”

No se cree en uno mismo y se necesita que te lo digan los demás y aun así te cuesta creerlo.

Hay otras versiones donde hay gente que necesita que le validen sobre su físico, sobre su peso, sobre su amabilidad, sobre…. sobre lo que sea.

No me avergüenzo de ello, lo reconozco y lo he trabajado, ahora resulta que no necesito validarme, que sé que mi trabajo es bueno, que mi trabajo gusta, que mi trabajo es garantía de éxito.

Lo digo convencida porque he aprendido que todo tiene arreglo en la vida menos la muerte.

Así que… ¿Dónde está el problema? si no te gusta el trabajo que he hecho para ti, lo modifico hasta que quede a tu gusto, no pasa nada.

Si quieres que tu regalo sea un acierto 100% , que emocione a quien lo recibe y que sea el mejor regalo de la fiesta… FUERA MIEDOS!!

¿Y tu tienes algún miedo?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra